Calidad de sueño del bebé

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Como un bebé duerme mucho más que un adulto, se cree que siempre tiene el bienestar adecuado y una buena calidad de sueño. Para los bebés, en especial, un sueño reparador es una necesidad fisiológica fundamental para que su organismo se adapte a su nueva vida, fuera del útero materno.

El sueño proporcionará el descanso requerido, pero a su vez implica una intensa actividad en el sistema nervioso, y en el cerebro que esta en pleno desarrollo. Por lo tanto, es esencial cuidar de que este reposo sea lo más agradable y adecuado posible.

Para asegurarte si tu bebé, en especial si tiene pocas semanas de vida, tenga una buena calidad de sueño, revisa los siguientes aspectos:

La temperatura de la habitación donde duerme: Junto con la temperatura, que debe estar en un nivel agradable (entre 18 a 22 grados), se debe controlar la humedad (entre el 50 al 60%), la ventilación, la iluminación (escasa) y los niveles de ruido.

Diversiones en la cuna: No están demás los juguetes en la cuna. Pero, no deben ser demasiado grandes porque pueden incomodar al bebé, es preferible utilizar los mullidos muñecos de tela o peluche. Se debe tener mucho cuidado al seleccionarlos, deben tener los ojos pintados o bordados, ser lavables y no desprender pelusas.

Elección de la cuna. Si bien un bebé puede dormir cómodamente en un moisés durante sus primeros meses de vida, luego se debe comprar una cuna o cama-cuna adecuada. Esta cuna debe ser sólida y estable, de manera que cuando el bebé se ponga de pie no haya manera de que se vuelque. Además se debe pensar que el niño la podrá usar hasta los 3 años aproximadamente. Debe tener los barrotes bien juntos, el colchón debe ser de espuma dura y encajar perfectamente en el catre de la cuna.

Almohadas. Aunque son bastante útiles al momento de proteger al bebé de golpes o caídas no son necesarias para la comodidad del bebé cuando duerme, sólo le quitan espacio y lo fuerzan a adoptar posturas no muy naturales. Se pueden usar como protección adicional, pero alejándolas del bebé.

Las sábanas y frazadas: Si se trata de un bebé recién nacido, se debe tener en cuenta que aún no puede regular su temperatura corporal, por lo que es bueno abrigarlo más que a un bebé de varios meses (que además ya se quejará si le falta o le sobra abrigo). Se debe usar sábanas de algodón y frazadas térmicas en la cuna.