Desde el momento del embarazo, muchas madres aseguran que ya ven diferencias basadas en el sexo del bebé. Algunas dicen que los niños se mueven más en el vientre materno que las niñas.
Existen algunas teorías que indican que las diferencias entre sexos en los niños son más que todo culturales, por la forma en que se los va criando y adecuando a un patrón de conducta. En parte esto puede ser verdad. Pero otros aseguran que algunas de esas diferencias son algo con lo que ya nacemos.
La primera diferencia, y la más difundida, es con relación a que los niños desde pequeños son más activos que las niñas. En cambio las niñas son menos movidas por factores biológicos y hormonales.
Otra diferencia interesante, dice que las niñas mantienen la mirada a los rostros más tiempo, en cambio, los niños se interesan más por los objetos móviles.
Además, se dice, que las niñas pueden realizar más fácilmente actividades múltiples, los niños centran su atención en una sola cosa a la vez.
Los niños desarrollan el sentido del humor antes, por lo general ríen más que las niñas.
Las niñas son más obedientes, introvertidas e independientes que los niños. Los niños son impulsivos, extrovertidos y más dependientes de sus padres.
Por lo general, las niñas desarrollan el habla antes, y tienen mayor sentido de la responsabilidad y del esfuerzo, que los niños.
Las mujercitas aventajan en destreza manual, con un mejor control de la muñeca y los dedos a los varones. Por eso las niñas aprenden a vestirse antes y mejor que los niños.
Pero, como se dijo anteriormente, estas diferencias pueden estar influenciadas por la forma en que se eduque al niño o niña, por eso es bueno evitar crear estereotipos de sexo y tener mayor cuidado en cosas como:
- Comprar juguetes sin prejuicios de sexo, tratar, en lo posible de comprar objetos unisex.
- Dejar que tengan amiguitos de ambos sexos.
- Vestirles evitando la tradición del rosa y el azul.
- Hacer elogios no convencionales.
- Asignarles las mismas tareas de la casa.