Seguramente ya tienes algunos planes para salir con tu bebé de vacaciones, en esta ocasión te compartimos algunos consejos sobre los lugares ideales que sí es recomendable visitar y otros en los que es preferible esperar a que tu bebé crezca un poco más. No, un país exótico no es una buena idea; un recién nacido saludable puede viajar desde su tercera semana de vida, pero sin duda es más sensible a los gérmenes que cualquier otra persona así es que llevarlo a lugares extraños donde la higiene en general no es muy confiable no es buena idea; además hay vacunas que no pueden ponerse a un bebé antes de los seis meses como la de la fiebre amarilla e incluso hasta después de un año como la de la Hepatitis A.
La playa
La playa es una buena idea siempre y cuando tu bebé tenga al menos un año cumplido. Los bebés de menos de un año no deben exponerse a las bacterias que se encuentran en la arena, además a esa edad no tienen cubierto todo su esquema de vacunas por lo que tampoco te conviene meterlo al mar ya que podría enfermar. La verdad es que un chiquitín de menos de un año difícilmente disfrutará de este tipo de vacación.
Con bebés mayores de un año y niños más grandecitos solo debes tener mucho cuidado con la exposición al sol, procura que estén la mayor parte del tiempo en la sombra y siempre con gorras o sombreros, de preferencia con una playera que les cubra la espalda y completamente untados de bloqueador.
La montaña
Sí a la montaña también, el aire fresco y limpio le sentará de maravilla a tu pequeño sin importar la edad, solo debes tomar en cuenta hacerlo en condiciones apropiadas; las tiendas de campaña, sin agua corriente y caliente son una gran aventura que te sugerimos dejar para cuando sea mayor. Para ir a la montaña sólo debes tomar en cuenta el asunto de la altura, si el peque tiene menos de un año no debes ira a lugares que estén por encima de los 1,200 mts., sus tímpanos son aún frágiles; con niños de menos de dos años evita los 1,800 mts. de altura y con los mayorcitos ten cuidado con los 3,000 mts. Ya que se dificulta la respiración y pueden deshidratarse. Sería prudente pedir a tu pediatra un chequeo de oídos antes de decidir.
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