De manera temporal, durante los meses de embarazo, puede ocurrir una alteración en la glucosa denominada diabetes gestacional. Este trastorno puede afectar tanto la salud del bebe como de la madre. Es muy probable que el infante también desarrolle diabetes en el futuro.
La diabetes adquirida en la gestación se produce porque el organismo no logra metabolizar el azúcar de forma adecuada, en especial durante las semanas 24 y 28 (periodos críticos que deben ser cuidadosamente controlados). Con frecuencia, esta alteración de la glucosa desaparece poco tiempo después del parto, pero es posible que se vuelva a manifestar en embarazos futuros.
Los síntomas suelen ser leves (muchas veces imperceptibles, incluso) y, aunque no pone en riesgo la vida de la futura madre, sí hacen peligrar la salud del niño. Es por esto que es importante mantener los niveles de glucosa en la sangre bajo supervisión médica.
¿Cuáles son los factores de riesgo que producen diabetes gestacional?
Las causas más comunes se encuentran en una población con: sobrepeso, edad superior a los 25 años, haber tenido esta anomalía en un embarazo previo, registrar en el historial el parto de un bebé con peso superior a los cuatro kilos.
Esta “diabetes pasajera” produce hipertensión en la madre, mientras que en el niño se suceden complicaciones respiratorias y bajísimos niveles de azúcar. Además, los bebes cuyas madres tienen alterado el estándar de glucemia, pueden nacer con un peso mayor al promedio.
¿Cómo prevenir la diabetes gestacional?
Se recomienda realizar controles de glucosa en sangre. El diagnóstico y tratamiento, como en toda problemática de salud, le ayudará a estabilizar cualquier alteración que se presente durante el embarazo. Es importante siempre consultar con el médico. Siga una dieta saludable y equilibrada proporcionada por un nutricionista y de acuerdo a las pautas del obstetra. Realice moderadamente ejercicios por lo menos durante 30 minutos en el día.
Seguir estos consejos favorecerán un desarrollo saludable del periodo de gestación.