Brinda una útil información sobre la salud fetal, especialmente en los embarazos de alto riesgo. A medida que la gestación evoluciona, el nivel de estriol en la orina aumenta normalmente de forma previsible.
Si el nivel no aumenta o si se reduce, puede significar que algo anda mal con el feto o la placenta. Sin embargo, el resultado de este examen no es un diagnóstico absoluto, ya que son numerosas las hormonas relacionadas con este proceso.
La medición del estriol se emplea, especialmente, para controlar a las pacientes con problemas que pueden causarle daño al feto (diabetes, preeclapsia, retardo del crecimiento intrauterino e insuficiencia placentaria, etc.).
La embarazada debe consultar a su médico ante algún síntoma (hemorragia vaginal, poco aumento o disminución de su peso, etc.), ya que -si se producen en el segundo trimestre- se asocian a un crecimiento fetal pobre, que podría estar originado por una insuficiencia placentaria, desnutrición o muchos otros.