Mucha gente, en especial del sexo masculino, es renuente a pensar que una condición de la mujer, como es el embarazo, pueda cambiar tan repentinamente algunos hábitos alimenticios y peor aún, que una mujer embarazada se despierte a media noche porque el bebé le esta pidiendo chocolate amargo de determinada marca.
Es verdad que, durante los primeros 3 meses de gestación, la mujer sufre muchos cambios y puede ocurrir que el cuerpo le pida algunos alimentos, en especial los que contienen glucosa (dulces) y los carbohidratos, porque siente falta de ellos. Esto debido a que todo el cambio hormonal que se produce puede provocar falta de azúcar y de energía. Durante esta etapa también puede ocurrir lo contrario, que no se pueda ni sentir alimentos que antes eran los preferidos. En especial comidas con alto contenido de grasas.
Pero, pasados los 3 meses, el cuerpo ya se va acostumbrando al bebé. No obstante, existen mujeres que tienen antojos durante todo el embarazo, esto puede deberse a varios motivos, a que sienta le necesidad de mayor atención por los que la rodean, a la ansiedad de la espera, a la incomodidad que puede sentir; es decir, por lo general pueden ser más aspectos sicológicos que físicos.
Sin embargo, ¿quién quiere pelear con una mujer que tiene varios kilos encima, que tiene que ir cada rato al baño, no puede dormir, y de paso tiene que seguir una dieta adecuada para no engordar más de lo debido?.. Por lo tanto, lo mejor es dar a la embarazada lo que pide, siempre y cuando no tenga consecuencias negativas en su salud y en la salud del bebé.
Con la excepción de:cafeína, alimentos demasiado salados, alimentos fritos o dulces, que deben tratar de evitarse, el bebé no tendrá problemas por no haber satisfecho el antojo, los que si los tendrán, probablemente, serán la pareja o los padres de la embarazada.