El dolor de garganta siempre es una situación muy incómoda. Sin embargo, en el caso de los bebés, que no pueden comunicar sus sentimientos y manejar sus frustraciones, el dolor de garganta es aún más desagradable, provocando gritos al tragar, tos y secreciones, y sin embargo, la negativa a comer del beber.
Entonces serás capaz de satisfacer los diversos síntomas, y cómo curar el dolor de garganta del bebé.
Síntomas de dolor
Los síntomas generalmente del dolor de garganta son dolor en el cuello o la garganta al tragar alimentos o bebidas, pus en la garganta, fiebre, dolores de estómago y náuseas. Los bebés generalmente se manifiestan a través de llorar, y así el dolor de garganta que inicialmente confundido con otros problemas.
En niños mayores, es más fácil identificar el problema, como se quejan de dolor en la garganta y cuello.
El dolor de garganta es causada generalmente por una infección, y como tal, el médico pediatra prescribe remedios generalmente como ibuprofeno o paracetamol y en algunos casos, los antibióticos como la amoxicilina.
Estos medicamentos tienen la función de reducir la inflamación y curan la infección. Además del tratamiento médico, aún hay otros simples cuidados que deben adoptar los padres en el hogar, que ayudará al proceso de curación y aliviar los síntomas de dolor de garganta.
Estas precauciones incluyen:
-Si el niño tiene fiebre, ella debe quedarse en casa.
-Regularmente se lava la cavidad nasal del bebé con una solución salina, para ayudar a eliminar las secreciones.
-Dar al bebé un baño caliente con la puerta del baño y las ventanas cerradas, con el fin de tomar al vapor de la forma. El vapor de agua caliente ayudará a tomar las secreciones más fluida, facilitando su excreción.
-Abrigar muy bien al niño, para no estar sujetos a cambios bruscos de temperatura.
Hay también un sistema de atención en nutrición, que ayudará a fortalecer el sistema inmunológico del bebé, y también para facilitar su nutrición.
En esta etapa debe tomar alimentos blandos, fáciles de tragar, hidratar muy bien al niño, con agua, jugos o infusiones, reforzar las frutas con vitamina C (por ejemplo, zumo de naranja) y en el caso del niño han ya más de un año, tomar una cucharadita de miel por la noche porque ayuda a calmar e hidratar el dolor de cuello.