Una vez que se confirma la noticia del embarazo, y se tiene la certeza de que hay un bebé en camino, las cosas comienzan a ocurrir muy rápidamente. Entre la alegría por la llegada del bebé se encuentran muchos cambios físicos y psicológicos que sufre la futura mamá, más aún si se trata de una madre primeriza.
Entre los cambios que se deben esperan durante esta primera etapa del embarazo, los primeros tres meses, están:
El cansancio: La mayor parte de las mujeres embarazadas experimentan esta sensación de cansancio propia de los primeros meses. Esto es normal, trate de relajarse y dormir más horas o hacer pequeñas siestas en el día. Evite el estrés y las tensiones y procure relajarse eralizando actividades que le agraden.
Naúseas y vómitos: Aunque no todas llegan a experimentar estos “síntomas” del embarazo, para algunas es un martirio que no sólo ocurre como un malestar matinal, sino que se siente durante todo el día. Para controlar estos molestos malestares, se debe hacer pequeñas comidas, pero 6 a 8 veces al día. Por otra parte, evitar el consumo de alimentos fritos, con exceso de grasa o picantes. Para contrarrestar las náuseas alimentarse con tostadas, galletas saladas o cereales. Si las molestias son muy fuertes, consultar al médico.
Mareos: La tendencia a sentir mareos e incluso a desmayarse es también algo que suele ocurrir en esta etapa tan feliz del embarazo. Para evitarlos trate de no estar en la misma posición demasiado tiempo; por el contrario, el constante movimiento, sin exagerar, permitirá la circulación de la sangre por el cuerpo.
Calambres en las piernas: Estos suele ocurrir por la forma en la que el cuerpo procesa el calcio. Para evitarlas se debe consumir todo el calcio necesario y mantenerse en movimiento. Si se sufre de un calambre estirar suavemente las piernas y flexionarlas hacia el cuerpo, o colocar algo caliente sobre la zona.
Problemas digestivos: Otro de los males del embarazo. Para evitar cualquier problema digestivo, es recomendable comer mucha fibra, en especial la que tienen las frutas frescas y secas, beber mucha agua y evitar bebidas con cafeína.
Incremento en la frecuencia de orinar: Este es otro molesto pero normal síntoma del embarazo, se puede deber a que el bebé presiona la vejiga urinaria. Mientras no se tenga dolores, ardor o algún otro síntoma de infección, no es señal de alarma.
Excesiva vulnerabilidad: Los cambios hormonales pueden traducirse en extraños cambios emocionales. No es extraño sentirse frágil, ansiosa y propensa a llorar durante casi todo el embarazo. Otras también pueden cambiar de carácter y ponerse de muy mal humor o variar bruscamente de ánimo. Aunque nada de esto afectará al bebé ni a la salud de la mujer, es preferible tratar de controlar las emociones para no sufrir problemas de estrés. Esta es una época muy importante para una mujer, y es normal sentirse por un lado orgullosa y fuerte por estar engendrando una vida, y por otra frágil y dependiente por todos los síntomas y cambios físicos que van apareciendo.
Foto vía: Bebés y Más