Importancia del ácido fólico para las gestantes

El ácido fólico junto con el hierro ha asumido un rol central en la nutrición del embarazo.
El ácido fólico es una vitamina que está muy distribuida en la naturaleza. A nivel celular, el ácido fálico es reducido primero a ácido dehidrofolico (DHF) y luego a ácido tetrahidrofólico (THF), que forma la piedra angular del metabolismo celular del folato. Es fundamental, a través de la unión con fragmentos de carbono L, tanto para el crecimiento como para la división celular. Cuanto más activo es un tejido en reproducción y crecimiento, más dependiente será del eficiente recambio y provisión de coenzimas de folato. La médula ósea y los revestimientos epiteliales están, por lo tanto, particularmente en riesgo. Los requerimientos de folato están aumentados en el embarazo para cumplir las necesidades del feto, la placenta, la hipertrofia uterina y el aumento de la masa de glóbulos rojos en la madre. La placenta transporta folato activamente al feto aun en caso de deficiencia con la madre, pero el metabolismo materno de folato está alterado a comienzo del embarazo como muchas otras funciones maternas, antes de que las demandas fetales actúen directamente.
 
Determinación del estado de folato
El diagnóstico de la deficiencia de folato por hallazgo de hematopoyesis megaloblastica inequívoca en una aspiración de médula ósea, puede hacerse sólo cuando la deficiencia está bien establecida. Por esta razón una cantidad de investigaciones alternativas han sido desarrolladas diseñadas para determinar el del folato antes de la aparición de una anemia magaloblastica evidente y permiten el tratamiento mientras la deficiencia aun es prematura.
Lógicamente que no hay ninguna razón para que los resultados de estas investigaciones deban ser idénticos, porque ellos reflejan diferentes aspectos y etapas de un proceso continuo. En los estados de deficiencia, los bajos niveles de folato en el suero pueden preceder a la anemia megaloblástica en casi  5 meses, y los niveles de folato en los glóbulos rojos caen más lentamente que los niveles plasmáticos.