Esta técnica endoscópica permite observar el estado del líquido amniótico dentro del útero, especialmente en los últimos meses.
Se introduce el amnioscopio en el conducto cervical. El líquido amniótico puede presentarse límpido, lechoso, con unto sebáceo o con meconio (este último denota que el feto tiene riesgos). La capacidad diagnóstica de la amnioscopia es reducida.