¿Influye la edad en la infertilidad?

 

Las etapas del ser humano están marcadas por la edad. Sobre todo para las mujeres, la mejor edad para tener un hijo está entre los 20 y los 23 años, a partir de ese momento se produce un declive en las posibilidades de quedar embarazada, más allá de los 35 años las posibilidades disminuyen de forma considerable.

El cambio en la estructura social, la inclusión de las mujeres en la actividad laboral, las posibilidades de crecimiento en el trabajo, y otros factores, hacen que hoy más que nunca, las mujeres retrasen el momento de ser madres hasta más allá de los 30 años, y en la clínica Ginefiv lo ven cada día. ¿Quiere ello decir que ya no es posible ser madre?

Aunque, en la actualidad, una mujer con 30 años aun es joven, lo cierto es que ciertos factores biológicos indican que a partir de este momento la calidad de los óvulos disminuye, además, la reserva en los ovarios es menor, lo que dificulta las posibilidades de un embarazo natural.

Por otro lado, existe una relación entre tener hijos y el desarrollo de ciertas enfermedades, entre las más comunes se encuentra la endometriosis, muy común en mujeres mayores de 30 años sin hijos, es un crecimiento anómalo del tejido endometrial fuera del útero y que dificulta o impide el embarazo.

A ello se unen otros factores que tienen que ver con la edad de concepción, como la energía necesaria para el desarrollo del embrión en los primeros meses, y que disminuye a medida que aumenta la edad de la madre. Enfermedades cromosómicas, como el síndrome de Down, también muestran más posibilidades de aparecer cuando la madre supera los 35 años.

Si bien es cierto que la infertilidad tiene relación con la edad de la futura madre, en la clínica Ginefiv ofrecen soluciones a distintos problemas de infertilidad, gracias a las cuales muchas mujeres de más de cuarenta años han cumplido su sueño de ser madres.