La costra lactea

La costra láctea es una definición que se utiliza para describir la dermatitis seborreica que afecta a los bebés por la zona de la cabeza es decir en el cuero cabelludo.
Siendo ésta una manifestación inflamatoria bastante común que se caracteriza porque aparecen como escamas que forman una especie de costra sobre todo en la zona de la coronilla de la cabeza de nuestro chiquitín.

Aunque también tenemos que reconocer que aparecen en otras zonas por ejemplo en las pestañas o incluso pueden aparecer hasta los párpados hay casos incluso los que se ha encontrado alrededor del oído.

Su color suele ser amarillento aunque también hay tonos blanquecinos.
Porque aparece la costra láctea es debida a la hiperactividad de las glándulas sebáceas del bebé, y es debido a que las glándulas se activan gracias a la hormona que recibe de su madre al final del embarazo favoreciendo la aparición de estas costras.

Por supuesto hay que saber que en absoluto es contagiosa, y no es debida por cambios de alimentación ni tiene nada que ver con alergias.
La costra láctea se puede presentar en niños de hasta un año o incluso un poco más.
Se dan casos en los que la costra láctea también incide en la pérdida de cabello y se presenta en zonas de la piel mucho más grasientas.

La costra láctea es un trastorno de perfil bajo es decir más bien leve pero no así podemos intentar buscar sistemas para corregir o incluso acelerar su desaparición.
Es importante que antes empezar a bañar a nuestro pequeño le apliquemos un poco de vaselina por la zona del cuero cabelludo que es la zona donde se encuentra la costra láctea realizaremos caricias suaves donde la fricción sea leve.
Este proceso se debe realizar con máxima delicadeza para así conseguir que la costra se vaya volviendo más blandita y observaremos cómo se va despegando.

Si por ejemplo en casa no tenemos vaselina podemos utilizar unas gotas de aceite de almendras o incluso probar con aceite de oliva pero a poder ser que sea un aceite preparado para el masaje.
Durante el año como entendemos que tanto la vaselina como se utilizamos aceite estos están actuando debemos de usar un gel muy suave y apto para los bebés y para su delicada piel.

Para terminemos el baño tenemos que lavar su cabeza con un champú especial específico para costra láctea Este se suele vender en farmacias y cuando acabemos de utilizarlo debemos enjuagar muy bien su delicada cabecita finalmente tenemos que peinar a nuestro pequeño pero con un peine muy suave o en todo caso aconsejamos el uso de un cepillo con cerdas muy blandas.
Esta forma de peinar al bebé favorecerá el desprendimiento de la costra.
Es muy importante que tengamos claro que no debemos ni rascar ni arrancar las escamas provocadas por la costra láctea porque podríamos provocar lesiones en la delicada piel del bebé.
Si observamos que la costra láctea se presenta de forma consistente y sobre todo es extensa debemos ir a visitar a nuestro pediatra pues puede ser que nuestro pequeño haya sufrido una sobre infección por hongos.

En estos casos nuestro pediatra lo más probable es que nos aconseje un champú para combatir la micosis y evidentemente será nuestro pediatra el que nos lo aconseje y a su vez nos dé la receta.
En algunos casos la situación puede ser más complicada de lo que parece entonces el pediatra nos aconsejara un tratamiento con una pomada con base de cortisona.

Aunque no existe ningún sistema o poción mágica que dé solución a este problema.
Aun así la mejor prevención para las afecciones cutáneas infantiles es un buen cuidado de la piel..

Por http://www.tallerdecarritos.com/