La hipertensión en las gestantes

La hipertensión en el embarazo es un problema común y serio. Afecta aproximadamente al 10% de todas las mujeres embarazadas y es delas causas evitables más comunes de mortalidad materna y perinatal en el mundo occidental. Al comienzo de este siglo, la incidencia informada de eclampsia (hipertensión en el embarazo en su forma más severa) variaba de 2 a 23 por 1.000 partos en Gran Bretaña, Europa y Estados Unidos, con una tasa de mortalidad de casos maternos en la región del 50% y una tasa de mortalidad perinatal de casi el 100%. La comprensión creciente de la fisiopatología de la hipertensión en el embarazo, junto con un cuidado prenatal mejorado en general y un tratamiento específico de las crisis hipertensivas, ha contribuido en su conjunto a la marcada reducción de estas cifras. En los países desarrollados la incidencia informada de eclampsia es ahora 0,3a 1 por 1.000 partos con una mortalidad de casos maternos de 1-2% en la mayoría de los centros y una pérdida fetal de 15-20% en total, 10-15% en niños que pesaban 1000 g o más en el parto; esta mejoría se debe a un buen cuidado neonatal.

Aunque estas cifras representan una mejoría buena y espectacular, ellas no dan motivo de complacencia ni satisfacción, ya que muchas de las pérdidas perinatales y casi todas las pérdida, maternas asociadas con hipertensión en el embarazo pueden ser evitables. El propósito de esta revisión es analizar que los avances que han sido hechos en el tratamiento de la hipertensión en el embarazo en los años recientes y comparar las ventajas teóricas y reales, y las desventajas de las alternativas terapéuticas disponibles. Ésta es un área de controversia frecuente que involucra no sólo los agentes más adecuados, sino también los niveles de hipertensión que requieren tratamiento.