Anemia aplastica
Ha habido esporádicos informes de algunos casos de anemia hipoplástica refractaria con desarrollo en el embarazo, a veces es recurrente y que parece que está relacionada de algún modo con el embarazo. Ocasionalmente ocurre la gestación cuando la anemia aplástica crónica adquirida está presente como una enfermedad subyacente. Se ha considerado generalmente que en ambas situaciones el embarazo exacerba la depresión de la médula ósea, resultando esto en un rápido deterioro y debe producirse su terminación. Muchos casos remiten espontáneamente después de la terminación del embarazo pero a pesar de la profunda trombocitopenia no hay registro de amplia hemorragia en él, o durante el parto. Se están perfeccionando siempre las medidas de apoyo en esta situación, y la gestación debe ser mantenida en tanto la salud de la madre no esté seriamente deteriorada.
Peligrosa Leucemia en el embarazo
Varios cientos de casos de la peligrosa leucemia en asociación con el embarazo han sido ya informados, pero no se ha dado ningún informe en el cual se reconociera esta enfermedad en el niño recién nacido de una madre con leucémica. La pérdida del feto ocurre en aproximadamente el 14% de las mujeres con leucemia mieloide crónica y en un tercio de las mujeres con leucemia aguda.
Los problemas surgen a partir de las drogas usadas en el tratamiento de la leucemia
Varias anemias
Muchas son las formas de anemia, particularmente las anemias por falla renal, se empeoran con el embarazo. La rara combinación de anemia hemolítica autoinmune (AIHA) y embarazo produce riesgos tanto para el feto como para la madre. Se requieren muy cuidadosos ajustes de la terapia de esteroide, los inmunosupresores y supervisión prenatal. El lupus eritematoso diseminado puede ser exacerbado durante el embarazo pero se ha informado que hasta el 50% de las mujeres mejoran durante el embarazo. Especialmente en el último trimestre.